BODAS
DE PLATA DEL CARMELO SEGLAR DE ÚBEDA
Señor, es gracia de vuestra divina misericordia
el habernos llamado para vivir el evangelio en la luz de este carisma
carmelitano, donde la oración perseverante, abre puertas de claridad en
nuestros corazones y en el de nuestros hermanos.
Nuestra vocación os ofrece una entrega amorosa, plena de
emoción al escuchar nuestros nombres con una respuesta segura y comprometida:
“Aquí estoy”.
Es lo más hermoso que nos ha pasado en esta
vida, porque nos ha transformado. Ahora vivimos la fe con el conocimiento pleno
de lo que ello significa, no haciéndote
a nuestra medida, si no amándote tal cual sois: Dios creador y salvador.
Hemos andado mucho camino en estos veinticinco
años. Hemos vivido muchos momentos alegres por veredas verdes y floridas, pero
también hemos pasado por noches muy oscuras, tormentosas y llenas de angustia,
por caminos de zarzas y ortigas, pero aceptando nuestra cruz, abrazándola que
no arrastrándola, se llena de consolación el alma y la sequedad del
sufrimiento, se enjuga con el agua viva de vuestro amor.
¡Que relámpago luminoso se cruzó en nuestro
ser al haber encontrado y conocido a nuestros Santos Padres, Teresa de Jesús y
Juan de la Cruz! Es tanto lo que les debemos. Ellos que son amigos muy íntimos
de Dios, no cesan de interceder por nosotros. El ejemplo de vida que nos han legado,
es nuestra meditación más profunda porque nos encontramos con la Stma. Trinidad
en el centro de nuestra Madre la Santa Iglesia, que es la azucena donde dejamos
nuestras oraciones y nuestras súplicas en acción permanente de gracia.
Queremos al final de nuestro camino,
encontrarnos con Jesús y sabemos que solo puede conducirnos la Stma. Virgen
María, su bendita Madre. A Ella nos encomendamos como abogada de nuestras
almas, con la esperanza plena de alabaros eternamente en el paraíso.
Es el Carmelo, una rosa que no se marchita. Su
perfume impregna la oración que se eleva hasta el cielo.
Es un deleite espiritual que llena de gozo
nuestro corazón y abre nuestra mente para dejar entrar la luz de la sabiduría. Es
fuente de agua viva.
En el Carmelo hemos aprendido a orar, a
moderar nuestro comportamiento, a escuchar en el silencio, la melodía de Dios.
En el Carmelo, la cruz se ama y se acepta.
Toda esta hermosura, la hemos descubierto y hecho nuestra, en el Carmelo.
Buen maestro el que nos hace crecer como personas
y el que nos hace sentir, hijos de la iglesia.
Es Sacerdote Carmelita, lleno de sabiduría, de
corazón sensible y mirada profunda. De exquisita educación y espíritu cultivado
en la gracia.
Gracias también a nuestra Presidenta Paqui
Molina, por tu entrega para con esta fraternidad, por perseverar siempre, por
tu cariño y buen hacer, que Dios te lo premie.
A Isabel Molina, maestra de formación de esta
comunidad Seglar. Gracias por tu gran labor.
Muchas felicidades a nuestra hermana Carmina
Soto que en este día tan especial, ha realizado sus Promesas Definitivas para
con esta Orden.
Y a todos los que formamos esta fraternidad, ¡Felicidades!
porque juntos caminamos con fe, esperanza y amor, vestidos con el hábito de
Ntra. Madre, la Virgen del Carmen, que nos ama y nos espera para acogernos en
la presencia de Dios.
Úbeda, 9 de Diciembre de 2017
Isabel
Valenzuela Pérez OCDS
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